La semana pasada, el alcalde de Coria del Río Modesto González y el delegado de Medioambiente Juan Manuel Cordero mantuvieron una reunión con Isidoro Albarreal, de Ecologistas en Acción, e Iván Casero, de la Fundación Savia.

El motivo de esta reunión fue analizar las posibles consecuencias derivadas de la apertura de la mina de Aznalcóllar, la cual está a la espera de la autorización ambiental unificada por parte de la Junta de Andalucía. Un aspecto de gran preocupación es el vertido de sus aguas residuales al río Guadalquivir.

Esta situación es motivo de inquietud, ya que de producirse, representaría una contaminación directa de nuestras aguas. El proyecto aún no ha recibido la aprobación necesaria, pero es crucial abordar esta cuestión ante las posibles implicaciones para nuestro entorno natural.

El alcalde, Modesto González, expresó su preocupación, afirmando: «Queremos asegurarnos de que los vertidos no sean perjudiciales, ya que afectarían directamente al entorno del Guadalquivir, a nuestro municipio y, por ende, a nuestra salud. Dada la actual situación de sequía, Emasesa se verá obligada a captar agua del Guadalquivir para el abastecimiento, como ha sucedido en el pasado. Esto sería muy complicado si las aguas estuvieran contaminadas con los vertidos de la mina».

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