Castilleja de la Cuesta se ha convertido en la sede de un proyecto pionero de la Guardia Civil de Sevilla, destinado a mejorar la atención a las víctimas de violencia de género. El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, acompañado de la alcaldesa, Carmen Herrera, ha visitado el municipio para conocer los resultados del modelo, que centraliza la intervención en un único Centro de Atención a Víctimas (CAV) por Compañía.

Acompañados también por el coronel Emilio Serrano, la sargento primero Adela Millán, y el jefe de la Policía Local, Miguel Ángel Hidalgo, Toscano ha destacado que esta reorganización supone «una mejora sustancial en la forma de atender a las mujeres», ya que concentra denuncias, diligencias y seguimiento en un espacio especializado, disponible los 365 días del año y atendido por agentes formados específicamente en violencia de género.

Un proyecto pionero.

Se trata de una iniciativa implantada con carácter pionero en la provincia, diseñada para evaluar nuevas formas de organización interna para reforzar la especialización y mejorar la calidad del servicio.

El proyecto piloto tuvo su desarrollo en la comarca del Aljarafe y se basa en la creación del Área Funcional Viogen por Compañía, centralizando en un único Centro de Atención a Víctimas (CAV) la recepción de denuncias, la instrucción de diligencias, el seguimiento de casos y la coordinación con los recursos externos. Este modelo ha permitido analizar mejoras en la organización del trabajo especializado.

La centralización de estas funciones en un equipo dedicarado en exclusiva en cada Compañía de la demarcación territorial de la Guardia Civil en Sevilla, constituye uno de los cambios más relevantes que la Comandancia ha testado. Esta estructura proporciona atención los 365 días del año y garantiza la presencia continua de personal especializado. El objetivo es ofrecer una atención más cercana, segura y humana, independientemente del día en que se produzca la denuncia.

Por su parte, Toscaso ha destacado que este sistema supone «una transformación en el modo de atender a las víctimas dentro del ámbito de Sevilla, reforzando la calidad procesal y la disponibilidad del servicio en las Compañías territoriales».

En esta línea, el subdelegado ha subrayado que este proyecto piloto se enmarca dentro de las políticas públicas impulsadas en materia de igualdad y protección de las víctimas. «El Gobierno de España mantiene como prioridad la atención a las mujeres y la mejora continua de los cuerpos policiales», ha señalado.

Un equipo especializado y centrado en los espacios seguros

La creación de un CAV por Compañía permite contar con un equipo de agentes dedicados exclusivamente a esta labor. Esta especialización «no solo optimiza el trabajo policial», sino que mejora la seguridad jurídica de las víctimas», al garantizar que las diligencias se instruyen con precisión técnica y de forma centralizada sin traspasos de actuaciones entre distintas unidades.

El Coronel Emilio Serrano ha detallado el impacto operativo que esta reorganización tiene en la Comandancia de Sevilla. Solo en la Tercera Compañía, donde se inició el proyecto piloto, existen cerca de mil casos activos, lo que supone un tercio del total provincial.

«Antes había tres equipos repartidos en distintos puntos de la Compañía; ahora los hemos unificado en un único grupo con mayor dimensionamiento, mejores medios y espacios específicos para una labor tan sensible», ha explicado. Serrano ha señalado que este modelo en evaluación permite liberar a las patrullas de Seguridad Ciudadana. «Con el nuevo sistema, las funciones de Viogen recaen en personal especializado, que trabaja de forma más ágil y con las garantías procesales», ha asegurado.

Uno de los elementos más destacados del proyecto piloto es la creación de un itinerario de atención que «no solo cumple con los protocolos policiales», sino que incorpora medidas específicas para reducir cualquier forma de revictimización. 
La sargento primero Adela Millán ha explicado que la intervención sigue «un tránsito diseñado para acompañar a la mujer desde el primer instante, ayudándola a recuperar la calma antes de abordar su relato».

«Cuando una mujer llega, es fundamental que encuentre un entorno seguro y no intimidante», ha señalado. El proceso se inicia en un espacio de tranquilidad y continúa en una zona de encuentro donde se establece el primer contacto «sin prisas y con la empatía necesaria». «Solo cuando la víctima está preparada se accede a la denominada zona valentía, un espacio pensado para relatar los hechos con apoyo emocional y absoluta privacidad», ha indicado.

Millán ha subrayado que el diseño de estos espacios responde a la necesidad de que la víctima «mantenga el control sobre su proceso y se sienta acompañada en cada fase, garantizando un entorno adecuado para todo el núcleo familiar».

Fuente. Ayto Castilleja de la Cuesta

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